miércoles, 27 de julio de 2011
martes, 19 de julio de 2011
Críticos y Serviles
Se dicen a si mismos críticos y sonríen serviles ante el discurso, se llaman al debate y asienten a todo lo que dice el poder. Hoy dicen que tal o cual cosa esta bien, que es buena, y realmente puede que sea así.
Con esa incapacidad para razonar, mañana alguien más les lavara el cerebro, les dirá que deben ser críticos, y que deben debatir sobre lo que dice aquel que no sea el que emite el discurso.
Y le sonreirán serviles y volverán a criticar como sicarios del poder.
Con esa incapacidad para razonar, mañana alguien más les lavara el cerebro, les dirá que deben ser críticos, y que deben debatir sobre lo que dice aquel que no sea el que emite el discurso.
Y le sonreirán serviles y volverán a criticar como sicarios del poder.
lunes, 11 de julio de 2011
I Carry your Heart. I Carry it in my Heart.
I carry your heart with me. I carry it in my heart. I am never without it. Anywhere I go, you go, my dear. And whatever is done by only me... is your doing, my darling. I fear no fate... for you are my fate, my sweet. I want no world, for, beautiful... you are my world, my true. Here is the deepest secret no one knows. Here is the root of the root... and the bud of the bud... and the sky of the sky of a tree called life... which grows higher than the soul can hope... or mind can hide. It is the wonder that's keeping the stars apart. I carry your heart. I carry it in my heart.
miércoles, 6 de julio de 2011
Hija Mía... (Carta)
HIJA MIA. No te conozco todavía. No has llegado aún y no sé siquiera cuantos años tardaras en llegar a mí…
Hoy tu madre es muy joven. No sabe a dónde la llevara la vida, si será feliz. Si cumplirá sus sueños. A veces tiene miedo. A veces se agiganta por el ímpetu de su edad. Tu madre es humana. No es una súper mujer. Tu madre es tan humana como vos.
Hija, Dios quiera que cuando lleguen los momentos difíciles, puedas hacerme las preguntas que nunca pude hacerle yo a mi madre. Crecer a veces resulta complicado y se hace más liviano si tenemos una mano amorosa que nos sostenga mientras sentimos y se nos pasa el dolor de las cachetadas.
Lamentablemente, no podré evitártelas. Porque esta es la vida. No todo es tan fácil, y pienso que está bien que así sea. Porque de esa forma aprendemos a valorar las cosas que tenemos, incluso las cosas de las que carecemos.
Pero el carecer de algo no debe ser un estigma. No debés cargar una bolsa de piedras, sino ser libre y feliz hijita. Abrí tu corazón porque vendrán cosas hermosas. Sé que podrías no creer mis palabras ahora… tu propia madre no las ha creído en su momento.
Sin embargo, todo llega. Todo ocurrirá. Los errores. Los aciertos. Los amores y desamores. Hija. Todo aquello que no podre enseñarte, lo aprenderás sola. Y te repito: está bien que así sea. Confía en vos misma para tomar decisiones y para pedir perdón cuando cometas un error.
Tu madre no ha tenido una mujer que la ayude con su consejo a manejarse. Ella, como tantas otras mujeres, utilizaron su intuición… alguna una que otra vez los recuerdos y dichos de sus madres. Pero también hay manos amigas. Que no igualan ese amor. Pero lo rememoran y lo enaltecen. Son las amigas, hija. Las amigas que nunca te dejaran al costado del camino. Las amigas de tu madre que te amaran por vos misma y por su recuerdo. Tus propias amigas que te amaran por ser tan única.
Ellas y nosotras somos como flores en un campo. Donde nacerás y crecerás… y recordá esto: siempre, aun cuando no veas ninguna flor cerca tuyo… de alguna parte llegará un aroma dulce… y sabrás que hay otras como vos, más salvajes, dóciles, pacientes, raras, bellas. Diferentes.
Y abrí tu corazón una vez más al dulce aroma de una amiga nueva. Ella también se hará mujer a tu lado. Y está bien que así sea.
Hoy tu madre es muy joven. No sabe a dónde la llevara la vida, si será feliz. Si cumplirá sus sueños. A veces tiene miedo. A veces se agiganta por el ímpetu de su edad. Tu madre es humana. No es una súper mujer. Tu madre es tan humana como vos.
Hija, Dios quiera que cuando lleguen los momentos difíciles, puedas hacerme las preguntas que nunca pude hacerle yo a mi madre. Crecer a veces resulta complicado y se hace más liviano si tenemos una mano amorosa que nos sostenga mientras sentimos y se nos pasa el dolor de las cachetadas.
Lamentablemente, no podré evitártelas. Porque esta es la vida. No todo es tan fácil, y pienso que está bien que así sea. Porque de esa forma aprendemos a valorar las cosas que tenemos, incluso las cosas de las que carecemos.
Pero el carecer de algo no debe ser un estigma. No debés cargar una bolsa de piedras, sino ser libre y feliz hijita. Abrí tu corazón porque vendrán cosas hermosas. Sé que podrías no creer mis palabras ahora… tu propia madre no las ha creído en su momento.
Sin embargo, todo llega. Todo ocurrirá. Los errores. Los aciertos. Los amores y desamores. Hija. Todo aquello que no podre enseñarte, lo aprenderás sola. Y te repito: está bien que así sea. Confía en vos misma para tomar decisiones y para pedir perdón cuando cometas un error.
Tu madre no ha tenido una mujer que la ayude con su consejo a manejarse. Ella, como tantas otras mujeres, utilizaron su intuición… alguna una que otra vez los recuerdos y dichos de sus madres. Pero también hay manos amigas. Que no igualan ese amor. Pero lo rememoran y lo enaltecen. Son las amigas, hija. Las amigas que nunca te dejaran al costado del camino. Las amigas de tu madre que te amaran por vos misma y por su recuerdo. Tus propias amigas que te amaran por ser tan única.
Ellas y nosotras somos como flores en un campo. Donde nacerás y crecerás… y recordá esto: siempre, aun cuando no veas ninguna flor cerca tuyo… de alguna parte llegará un aroma dulce… y sabrás que hay otras como vos, más salvajes, dóciles, pacientes, raras, bellas. Diferentes.
Y abrí tu corazón una vez más al dulce aroma de una amiga nueva. Ella también se hará mujer a tu lado. Y está bien que así sea.
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