viernes, 11 de marzo de 2011

Un aporte del amigo Jesus, de la mano de San Mateo

Ustedes son la sal de este mundo. Si la sal pierde su sabor, ya no puede recuperarlo. Ya no sirve para nada, sino para tirarlo afuera y que la gente la pisotee.
Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son como una ciudad construida en la parte mas alta de un monte y que todos pueden ver. Nadie enciende una lampara para meterla dentro de un cajon. Todo lo contrario: la pone en un lugar alto para que alumbre a todos los que estan en la casa.
(Mateo 5:13-15)

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